viernes, 27 de mayo de 2016

Final del bolsín "Tierras de Zamora" en Toro

Decía la noche antes Marta que si no había sol, habría que alquilar uno, que bastante había perjudicado la lluvia al bolsín, teniendo que suspenderse/aplazarse en dos ocasiones (semifinal y final), rara avis en este certamen. Al final lució el sol para dejar que las gradas de la coqueta plaza toresana tuviera runrún de vecinos y foráneos.

Con Marta siempre está Alba, esa niña que reparte la suerte con una sonrisa, y hay que ver lo que ha crecido! Como ella el bolsín, que celebra un lustro desde que Alba repartiese los papelillos numerados por primera vez, ya ha llovido desde aquello…

Alba estaba nerviosa y seguramente algo triste por ver como se acaba el certamen y tendrá que pasar un año hasta que vuelvan a rondar los nervios y reparta la suerte, como lo estaban los 9 novilleros que partieron plaza -el décimo estaba de camino- saludando a un deshabilitado palco presidencial ayuno de presidencia, tras el paseíllo un respetuoso minuto de silencio fue el digno homenaje en memoria de un torero, un chaval que como ellos soñaba por ser figura en los Andes, Renatto Mota. El sombrero de ala ancha se vació de papelillos en el sorteo que siempre precede a la tienta.

La suerte dispuso el orden y el ganadero Pedro simón el de sus vacas, si bien fueron del hierro de La Cardenilla, dispares de pelo y juego predominando la mansedumbre.

En la primera fueron Ángel Tellez y Cristobal Ramos “Parrita” los encargados de abrir la tienta, fría de inicio, sin demasiada fijeza a las telas, tampoco la demostró en el caballo que montaba Javier Bastida, ya en la muleta mejoró la condición permitiendo torear a ambos, no sin esfuerzo por llevar la embestida hasta el final.

La segunda, muy parecida a su antecesora, mas díscola en el capote de Jaime Casas, novillero de raíces zamoranas, llegó a la muleta que le presentó en primer lugar Alvaro Sanchez para meterla en la tela, nada fácil lo tuvieron ninguno de los dos, notándose el oficio de Alvaro.

La tercera, la mas mansa de todas, de mala condición y feos derrotes que complicaron por no decir imposibilitaron la lidia de Fernando del Rocio y el mexicano Jose Miguel Arellano. Robaron un puñado de embestidas con tesón, soportando tarascadas como la soportada por el mexicano que vestía con traje charro, viendo fracasada toda opción al triunfo, algo mejor por mando el sevillano que logró una tanda de poder.

La cuarta, ensabanada, una pintura de vaca, dio al traste con las expectativas que había creado en la plaza en cuanto le presentaron el percal, el caballo preferia verle a la distancia, el limoncillo de la pica apenas la rozó. Alfonso Ortiz y Daniel de la fuente tuvieron que sacar garra para conseguir encelar a la vaca y llevar largo el muletazo, complicada tarea.


La quinta debía saber de su cometido, cerrar el bolsín y dejar buen recuerdo a cuantos desde las gradas esperaban la brava que les devolviera la fe inicial, fueron Alvaro Martin y Cristian Perez que hubo de acartelarse ultimo y llegar apenas unos minutos antes al coso debido a un imprevisto en el viaje para dejar lo mejor de la tarde, bien podrá decir aquello de los últimos serán los primeros, pues el mando en su muleta fue lo mejor de la tarde, haciendo romper a la vaca que acabó embistiendo con buen son, borrando el recuerdo de las anteriores de La Cardenilla.