miércoles, 24 de junio de 2015

Corrida de Rejones en Sahagún

San Juan de Sahagún, santo taurino y torero, patrón de Sahagún, localidad de aficionados en tierra de apenas un puñado de festejos, cuenta la leyenda que fue el santo quien paró un toro escapado a la orden de Tentenecio, desde ese dia Sahagún mantiene un idilio con los toros.

Nublado, cárdeno en el argot, asi era el cielo y el ambiente, amenazaba el cielo con aguar la fiesta en la coqueta plaza, y con el cielo a la contra que ya habia inundado el ruedo 48 horas antes, lo que rodea a una tarde de toros parece contagiarse, asi la taquilla no tuvo el tirón que despierta un cartel con tres rejoneadores, la sinrazón de uno o varios pocos erigidos en voz de las peñas ayudó a dejar la piedra vacia, aunque ese sea otro tema, la verdad solo tiene un camino y se acaba sabiendo.

Saltaba el primero de Capea, del maestro, Murube enmorrillado que estiró la musculatura en el saludo de Polvorilla, el perla que montaba Roberto Armendariz se lo llevó a los medios donde le dijo quien mandaba alli, un rejón de castigo bastó. Continuó templando en banderillas, pegado a tablas se dió una vuelta al ruedo con el toro cosido al estribo, con un hilo invisible que no despegaba a uno del otro. Se lució en los quiebros, realizó la Hermosina con el alazán, suerte de su maestro que tanto éxito está teniendo. Remató el castaño con el de muerte siendo premiado con las dos orejas.

Vergonzosa fue la actitud de unos pocos, que se tomaron el boicot como algo personal contra el empresario, gritando insultos durante la faena, teniendo que actuar la autoridad, la sinrazón de creerse importante y buscar protagonismo en el insulto involucrando al resto de peñas que creyeron en el cuento. En honor a la verdad por una rebaja de 2€, juzguen ustedes mismos.

En su segundo salió a conquistar Sahagún Armendariz, con la puerta grande asegurada, lidió otro gran toro de Capea, que ayudó al triunfo, le paró con el tordo de su hierro antes de poner a todos de acuerdo en los quiebros dando los pechos, de nuevo le cosió de costado antes de cambiar el tercio, dejó una ajustada rosa pegando los pitones a la grupa, el fallo con el de muerte mermó el premio, oreja.

Hector Barcenilla volvia tras ser el triunfador del año pasado, brindó su primer toro a su padre, "por tener los cojones de luchar por su carrera" le vino a decir, dos rejones le dejó a un toro que dió sintomas de aplomarse, asi fue, teniendo que lidiar sacando al toro lo que llevaba dentro, olvidar las florituras por lidia, terrenos y muletazos con la grupa. de menos a mas la faena, los quiebros y lidiar a dos pistas con Espartaco levantaron la faena, la espada quitó todo lo anterior, el descabello y los nervios pasaron factura siendo silenciado.

En el segundo, un buen toro, con tranco que ahormó de dos rejones, parandole el tordo Tabaco en una moneda, algo que despertó a los tendidos, en banderllas llegaron las batidas, dando la verdad al toro, disfrutando de su calidad, lo vió Gallito y se lo puso facil a toro y jinete. Las cortas arriesgando hacia los adentros y un rejonazo efectivo hizo que se pidieran las dos orejas que el usía con gesto nublado no concedió. Oreja

Se presentaba el maño Mario Perez Langa ante la afición facundina, triunfador en su tierra, llegaba con la fuerza arrolladora de una cuadra renovada y el triunfo en anteriores dias. Se decidió a debutar a " Cantón" potro de casa de su maestro, Pablo, de las aguas de Hermoso y el Ebro bebe, arrollador desde salida, elegante y fino el caballo, calentaron el ambiente, explosiva la faena, de emoción y riesgo, mezcalndo los quiebros con adornos de alta escuela, tenia todo para el triunfo, pero la tizona se interpuso, dejando el premio en oreja.

En su segundo, con la tarde cayendo, amenazado la noche en una faena larga, de emoción que comenzó llendose a porta gayola con el sudadero en la mano, pies tenia el toro al que tuvo que parar no sin aprietos. En banderillas no tuvo el eco de su primero, algún que otro fallo y el frio empezó a calar en el ambiente, puso todo de su parte, incluso con el toro a menos y arreando hacia las cabalgaduras en el embroque, de nuevo el rejón de muerte jugó una mala pasada teniendo que echar pie a tierra, tardando en caer el toro, quedando todo en silencio.

Sonriente abandonó el coso el maestro Capea, presente junto a su hijo, viendo los frutos de la crianza del toro que un dia soñó, mereció la vuelta al ruedo a hombros, algo que a buen seguro hubiera aceptado gustosamente.












































































































Ficha del fetejo:
Tarde de ambiente nublado, menos de media plaza, toros de excelente juego de Capea, peores el 2º y 6º

Roberto Armendariz: Dos orejas y oreja

Hector Barcenilla: silencio y oreja con petición de dos

Mario Perez Langa: oreja y silencio