En el primer toro Pablo Hermoso se las vio con un animal muy parado de Passanha que no regaló una embestida. Tras parar en una baldosa y dos de castigo se fue a por Disparate dejando las largas en lo alto. Pirata fue encargado de las cortas y sin dilación lo mató de un rejón caído y casi efectivo, pero tuvo que descabellar y escuchar silencio y pitos al toro.
Otro marmolillo como el abreplaza que amenazó con irse al callejón lidió Pablo que Paró con Churumay dejando dos rejones de castigo, el veterano Chenel en una de sus últimas actuaciones en España dejó la esencia y el poso metiendose entre el toro y las tablas, demostrando que seguia siendo aquel caballo que encandiló, Viriato le dió los pechos cual guerrero Lusitano, Pirata de nuevo dejó las cortas y el de muerte haciendo que rodara el toro. Saludó desde el tercio.
Gran fin de fiesta el que prestó el sevillano cuajando dos actuaciones de figura del toreo. Se fue a la puerta de chiqueros garrocha en mano en el segundo, un toro abanto hasta el de castigo, con el que se vino arriba tras sangrar. Nazarí encendió la mecha llevándole cosido a la grupa, Morante y sus mordiscos caldearon los tendidos y un rejonazo caído y efectivo le dió las dos orejas que aguantó el usía.
Sorteó Diego un quinto mansito y bruto que saltó al callejón en el que dos niñas quedaron perplejas al verle venir ante si. Dos de castigo ahormaron su embestida, de costado lo llevó encelado llegando lo mejor con el tordo, con el que ajustó los quiebros hasta los rizos del burel. Dos cortas fueron el prólogo a la estocada caída y delantera entes de descabellar y pasear la oreja.
Un manso de libro sorteó Palha, al que vió saltar al callejón desde la montura por dos veces al callejón, la primera le dió un buen susto a los politicos, la segunda no logró su proposito. Brindó a un aficionado con minusvalia. Trajo la ortodoxia portuguesa dejando momentos de buen trazo con la grupa que no llegaron a los tendidos. Se echó el toro en el albero, desluciendo la faena. Dos cortas y un rejonazo efectivo fueron toda faena, saludando desde el tercio después de ser pitado el toro.
Bueno fue un sexto que brindó a su maestro Digo Ventura, al que dejó de nuevo dos rejones de castigo. Palha brilló en las batidas con las largas, entonado sacó la garra con las cortas y firme dejó un pinchazo antes del rejonazo definitivo que dejó todo en una oreja.