miércoles, 8 de abril de 2015

Tentadero en Raso de Portillo

Comenzaba el certamen de tentaderos "Ciudad de los Almirantes" de forma atípica, ya que por norma se tienta en el coso del Carmen, pero faenas camperas de saneamiento impidieron que esta se pudiera celebrar en el centenario coso, asi pues hubo que modificar el orden y trasladarnos en jornada vespertina a la ganaderia mas antigua de la piel de toro, a las salinas del Raso de Portillo, donde la familia Gamazo continua criando sus toros bravos de sangre santacoloma pulida por el paso del tiempo.

Seis fueron las becerras, como gustan llamarlas, tentadas por los 28 participantes inscritos, antes de comenzar, un recuerdo al patriarca fallecido meses atrás epilogó la faena campera propia. Bajo la dirección de los ganaderos y el varilarguero Rafa Agudo, actuando en la dirección el novillero Ricardo Maldonado y los subalternos Herminio Jimenez y Luis Angel Muelas, encargados de parar y poner en suerte a las vacas.

Fue un tentadero duro, como son sus toros, mas si cabe para chavales inexpertos que llegan con mas ilusiones que técnica en el esportón. Todas las vacas tomaron al menos tres puyazos, norma de la casa antes de ser toreadas por los chavales.

Hubo que exprimir las neuronas y tirar de valor y técnica cuando la vaca imponía su carácter de brava y dejaba a las claras las carencias, atender a consejos y tragar saliva esperando que la vaca atendiera a las telas y no a los muslos.
Solo la tercera, una bonita becerra berrenda y lucera, mansita de condición permitió asentar la planta, alargar el muletazo y aliviar tensión para realizar el toreo.

El resto no es que fueran malas, mas bien bravas, demasiado bravas y exigentes para el curriculum de los aspirantes, distancias, toques precisos, demasiadas exigencias para quienes están aprendiendo el oficio que vieron las dificultades y algún que otro achuchón de la vaca como recuerdo de una tarde de las que curten en el oficio tan apasionante como difícil.