miércoles, 29 de abril de 2015

Final Bolsín "Tierras de Zamora" en Toro

Se palpaban las ilusiones, pero también la tensión, la responsabilidad, pocas sonrisas y si caras serias, sabían los diez aspirantes que llegar hasta la envidiada plaza de Toro no había sido tarea fácil, mas bien había sido una lucha por ser el mejor en las fases previas, por no desentonar del alto nivel con el que llegaban el resto de compañeros. Una lucha por entender la vaca que te ha correspondido en suerte tras el sorteo, una lucha contra si mismo y los elementos.
Por eso la lluvia no fue impedimento, pese a estar amenazando hasta casi el toque de "clarin" de Paco que abria con su voz los portones del albero toresano, permitió la lluvia que no nos mojáramos, aunque bien poco nos hubiese importado si en el albero el aluvión era de bravura.

Cinco fueron las vacas de Santa Maria de los Caballeros, de origen JPD via la Campana-Torrestrella diferentes de edad destacando dos utreras y de pelaje, amalgama de color, en la quinta y última apostabamos por cual seria el pelo tras ver que cada una era distinta, de pelo y condición, aunque primase la bavura, la clase y codicia, en el caballo que montaba Javier Bastida no fueron todas iguales.

La primera engañó en el caballo, se arrancó de largo la negra burraquita  aunque salia suelta del puyazo, algunos en el tendido anunciaban a bombo y platillo su bravura, otros mas precavidos esperaban a verla ante la seda. Embistió con clase, tomando los vuelos, muy bien entendida y toreada por Alexis Sendin, no tanto por Jose Andrés Marcillo que vió mas complicado ligar pases.

La segunda, utrera, negra de pelo y astifinas defensas, asustaba al miedo plantando cara con esos puñales a quien osase plantarle batalla, brava, con fuerza, humillando y con recorrido en todos los tercios, metió la cara en el jaco, dando muestras de su nobleza, lo mismo hizo ante la muleta, primero de Francisco Colmenero que la metió en el canasto con suavidad para torear a placer seguidamente, Carlos Ochoa, a la postre vencedor, destacó toreando con pureza, ligando las tandas por ambos pitones, si con la diestra se relajó, con la zurda dió muestra de olvidarse del cuerpo, llegó a los tendidos y formó un alboroto ante la brava que se fue ovacionada de vuelta a los corrales y a buen seguro a ser madre.

La tercera, castaña, tostada o casi barrosa, salpicada de axiblanca y meana, tenia un pitón izquierdo de esos que dejan sin aliento, mirada viva, y fijeza. Se fue de largo al caballo, aunque salia repuchada, dió sintomas de mansita como mas tarde volvió a mostrar ya en la muleta de Antonio Medina en primer lugar y de Mariano Sescosse, en los medios la plantearon batalla aunque ella no queria y se fue buscando las tablas donde acabaron rematando faenas, alli, embistió a la tela humillando, aunque su condición la hacia desentenderse en alguna que otra ocasión.

La cuarta, colorada y burraca, utrera de edad, la flojearon las fuerzas tras arrancarse de largo y tomar tres puyazos, alegra iba al castigo, plasmando un vistoso tercio que fue aplaudido y jaleado cada vez que se daban cita vaca y varilarguero.
Las fuerzas hizo que cuidaran en exceso a la vaca, que si bien hubo de afianzarla de inicio, exigia mayor mando en la faena, que no encontró en las manos de Juan Carlos Berrocal y Alvaro Martin, olfateaba el albero en cada lance, humillando con tranco acompasado, la conjunción no brilló por esa falta de diligencia que hubiera dado mayor esplendor a la vaca y las faenas que tan solo dejaron detalles de buen toreo.

La quinta y última del bolsín, con la que especulamos por su pelaje, negra, astifina como su hermana segunda, vaya hombre! esperabamos una jabonera para acabar de completar la gama de pelajes, nos hizo olvidarlo al poco con su entrega, brava fue al caballo, empujando como si la fuera la vida en ello, que en parte iba, humilló largo al temple de la pañosa de Luis Pasero y Miguel Angel Pacheco, aunque ambos comenzaron con ciertas precauciones, Pasero dejó un recital de toreo que encandiló a los tendidos, mas desapercibido pasó su compañero ante tal desbordamiento por parte de vaca y torero, no querian cerrar el bolsín los tendidos que jaleaban cada lance, sabedores que pocas veces se reunen todas las condiciones, bravura y toreo.

Cerró el bolsín la lluvia que hizo acto de presencia al abandonar el albero, teniendo que resumir las despedidas y chascarrillos habituales a la salida del mismo, una cosa habia clara, Carlos Ochoa y Luis Pasero se batirían el cobre por ser vencedor, como mas tarde proclamó el jurado.

Vencedor: CARLOS OCHOA

Finalistas: LUIS PASERO y MARIANO SESCOSSE

Los tres tienen asegurada su presencia en distintos festejos de la provincia que se celebrarán durante la temporada.

Un año mas agradecer al Foro Taurino de Zamora la labor que realizan organizando de forma tan brillante y medida el bolsín y como no, el trato y facilidades que nos otorgan.