Abria cartel el veterano Cordobés, de apellido Diaz, vestido de caña y oro, presentó credenciales al toro en un recibo a destacar de un toro que tras pasar por el caballo se le acabó la poca gasolina que tenia, quedó en reserva durante el ultimo tercio, dando demasiados parones a la faena, ni por esas se vino arriba toro y coletudo, faena insulsa que remató por manoletinas, una buena estocada dió con el toro en el albero. Silencio pitos al toro en el arrastre.
En su segundo, un buen toro, que de haber caido en otras manos la faena hubiera sido totalmente diferente, le vió la calidad ya en el capote, en el que metia el pitón buscando los vuelos, se empleó en el caballo, comenzó bajandole la mano Manuel, quien sabia de la condición del burraco, tras la petición de parte del tendido -y sobretodo los gritos de un hombre que escuchó hasta el Otero- se fue al sol, alli donde entra en calor con la afición que busca y espera de él su toreo particular, ese de algarabia, prisas y remates populistas, hizo volver a gritar al hombre pidiendole lo que habia pagado, le hizo esperar para hincarse de hinojos y realizar el salto de la rana, la grada ya era un hervidero y en sus manos tenia las dos orejas, una buena estocada le pusieron los dos despojos en las manos.
Miguel Abellán, de blanco y plata tuvo que esperar para recibir a su toro, ya que el titular saltó al ruedo lesionado de una mano, al segundo Bis le metió en el canasto lidiando, sin poder asentar la planta, dos brillantes pares de Larios de ovación dejaron al toro que brindó desde los medios tomando la zurda por la que enjaretó tres tandas de naturales al ralentí, el nobilisimo toro repetia buscando las telas que Abellán le dejaba sobre el albero, tomó la diestra para lidiar con el viento para a continuación regresar a la siniestra, de autentico lio con esa mano, una estocada en lo alto reafirmó lo realizado con la pañosa, desorejando al toro.
La puerta grande y las orejas en el esportón, en el estribo esperó la salida de su segundo toro, nada que ver a su antecesor, inédito quedó en el recibo, apenas una media para poner al toro en la suerte de varas, brindó a una joven amiga que habia ido a verle, faena larga en la que de nuevo destacó al natural, otra buena estocada hizo rodar al toro, siendo premiado con una oreja que a buen seguro no olvidará la destinataria de ese brindis.
David Fandila, El Fandi, de nazareno y oro, se fue de hinojos a recibir a su primer toro en dos largas cambiadas, galleó por chicuelinas al paso para dejar al toro en la jurisdicción del picador, tomó los rehiletes como es habitual, enloqueciendo al tendido, exprimió al toro que le tocó en suerte por ambos pitones, comenzando de nuevo de hinojos en tablas, yéndose a los medios para argumentar la faena sobre la diestra, mató de estocada siendo premiado con una oreja.
En el que cerraba la tarde volvió a exprimir al toro como si de un limón se tratase, agrio fue tras cantar en el tercio de varas y rajarse, cuatro pares de banderillas dejó sobre el lomo, los dos últimos sin dar pausa a toro y espectadores que no perdieron detalle. Brindó en los medios, donde echo rodilla a tierra para recibir al toro, argumentó con la franela en la diestra, con el viento molestando, todo hacia creer que desorejaria al toro, pero la tizona se puso en su contra, como contraria cayó, una oreja le abrió la puerta grande.
Abandonaron el coso de Campos Goticos los tres matadores a hombros acompañados del ganadero de ascendencia Palentina.
Ficha:
Media entrada en la primera corrida de abono, toros de Albarreal, de buena condición en general, destacando el segundo bis, faltos de raza para:
"El Cordobés": de caña y oro: silencio y dos orejas.
Miguel Abellán: de blanco y plata, dos orejas y oreja
"El Fandi": de nazareno y oro, oreja en ambos