Eran 12, como podían haber sido veinte o cincuenta, no es de extrañar, a Mayorga no son pocos los que quieren verse anunciados, pisar el albero de su plaza cuadrangular, sentir nervios y los aplausos de los vecinos y aficionados llegados de diversos puntos que nos congregamos cual peregrinación. Mayorga es especial. Y lo es por su buen hacer, desde la afición, desmedida, comenzando por Isidro, que sabe lo que es pisar el albero, pero también ser un magnifico anfitrión, sin olvidar otros cuantos que desde la sombra hacen que esto sea posible.
En chiqueros esperaban los utreros del Raso de Portillo, temidos para unos, agradecidos otros, fue una novillada con cuajo, de juego variado, el primero arrancando de largo, exigente, en el que volvió a los ruedos el Calé, por un dia o para muchos... destacó el segundo de una nobleza extraordinaria, aunque con la cara a media altura, algo que gusta a muchos a la hora de medir el embroque, peor el tercero, tocandole en suerte a Mélany, quien quiso desquitarse esa espina clavada desde hacia dos años, las lágrimas de entonces fueron aplausos este dia. El de la final, con mas cara, poniendo la chispa y complicaciones de un toro bravo que se orienta -mas si cabe en una plaza cuadrada- de franca embestida, buscando los tobillos en alguno de los embroques. Un entretenido concurso en el que se vieron las tres suertes, primando el corte puro, que para eso es de la tierra! los saltos de tirabuzón ajustando no solo al lomo, el momento de levantar vuelo en el mismo hocico, y un quiebro, y no por ser uno fue peor.
Llegaron a la final los cuatro mejores por deliberación de un jurado que no lo tuvo nada facil, y desde los tendidos también se hacian quinielas, murmullos y cábalas por ajustar las puntuaciones de quienes premian con el aplauso.
Del primer grupo pasó Roberto Vidal, del segundo fueron Dany Alonso y Jesus "Zazo" del tercero completó cuarteto el debutante Arturo Tapia. Primó el corte ante el descarado utrero, con romana, echaba las manos adelante, buscando presa, se lo corrigieron conforme pasaron las rondas, no asi esa chispa de mas que puso riesgo y emoción a la par en cada embroque, una final en la que todos dieron la cara buscando alzarse con el trofeo final y el orgullo de sentirse vencedor, duelo a dos bandas, entre "viejos" amigos, un zamorano que ya sabe lo que es ganar y otro vallisoletano de la comarca. Tras las tres rondas y tirando de calculadora y decimales el jurado todo estaba decidido.
Agradecido es Mayorga, y este año no fue menos, pues entre el jurado estaba un amigo de Mayorga, Javi, quien no pudo participar por encontrarse lesionado, recogió en los medios la ovación de toda la plaza, pasando a continuación a la entrega de trofeos, cuarto fue el debutante Arturo, el tercero se fue hasta Toro, aunque lo ganara un medinense, Zazo, quiso entregar el trofeo a su amigo Carlos "Garci" convaleciente de una cogida, quedaron dos solos, ante la mirada de todos, deseosos de saberse vencedor, la plata se quedó cerca de casa, en manos de Roberto Vidal, alzandose vencedor por segundo año consecutivo el Marbano Dany Alonso, quien además del trofeo y premio en metalico se llevó su peso en vino, otorgado por la bodega Meoriga, broche de clarete a una tarde de esas que marcan en la temporada que tocaba a fin para muchos en cuanto a concursos.
Como es costumbre y ya tradición todos, participantes y allegados fuimos obsequiados con una merienda por parte de ese grupo de amigos que hacen posible que el concurso tenga el brillo y salud con la que cada año se organiza.