Dia del patrón en Sahagún, y que mejor forma para celebrarlo que con toros, una corrida de rejones fue la programada para honrar a San Juan de Sahagún. En el cartel dos jóvenes que rivalizarian mano a mano, Raúl Martin Burgos y Hector Barcenilla ante toros de San Pelayo, los murube del maestro Capea.
Abrió la calurosa tarde Raúl, tras parar al toro y dejar un único rejón de castigo se decantó por las batidas en el tercio de banderillas, entró en la faena la media plaza que ocuparon los tendidos, animando y disfrutando con el toro del madrileño. Abrochó el tercio con un par a dos manos magistral sonando mas fuerte los aplausos, tres cortas dejaron en bandeja el triunfo, un rejonazo caido hizo que doblara el toro y cortara la primera oreja de la tarde.
En el cuarto salió con mas ganas aún, marró fatidicamente con el de castigo mermando considerablemente al toro que habia salido con brio, se aplomó poniendo caro el triunfo, con esto uno, a lo mas dos energúmenos, por no decir algo peor, comenzaron con insultos y agravios mas propios de quien no gusta de los toros, bien merecido hubiera tenido un arresto pues fue incesante en sus gritos acordandose de Raúl y familia, se descentró el jinete y todo fue a la contra, por mas ganas que puso, hubo de abusar la cuadrilla de capotazos para sacarle a los medios, desacertado con el rejón de muerte tuvo que descabalgar y descabellar entre insultos e improperios, silenciada fue la faena y cabizbajo se retiró a un burladero.
Hector Barcenilla recibia al segundo de la tarde con la competencia de saber que su rival ya tenia una oreja en el esportón, en un metro cuadrado se dobló el tordo para parar al burel, un rejón de castigo y cambio de tercio, dos pares de banderillas en batidas, primero gallito y seguido el castaño para rematar, dos cortas y una rosa adornaron el morrillo del toro antes de dejar un rejón caido que dobló al toro, cortando la primera oreja.
Cerró la tarde con el mejor de los novillos, desde la grada lo veia el ganadero, que sonreia de forma pícara viendo la clase del animal, no paró en toda la lidia, con un tranco acompasado, lo que se espera de murube, un rejón de castigo ahormó las embestidas, lanceó de nuevo con la banderola dejando a las claras el toro que tenia delante, encendida la mecha habia que aprovechar la traca, y lo hizo, banderillas con gallito, dejandoselo llegar mucho y exponiendo en la pirueta, de poder a poder las batidas, con la plaza rota en aplausos, no dejó escapar el triunfo con el rejón definitivo, haciendo rodar al bravo. la plaza en pie pidió las dos orejas y premió al de San Pelayo con la vuelta al ruedo, mas que ganada. Abandonó el coso saguntino a hombros.
Ficha: novillos de San Pelayo para rejones bravos y nobles, de excelente condición. Media plaza.
Raúl Martin Burgos: oreja y silencio.
Hector Barcenilla: oreja y dos orejas.