sábado, 31 de mayo de 2014

Tentadero en Barcial

Tarde para soñar, soñar unos dias, recrearse, tarde de hacer afición, tarde nublada, ventosa, tarde de sol y moscas, muchas, como avisaba Oscar el picador, rodeado le tenian.

Llegamos con algo de tiempo a "La Matilla" casa de las vacas de Barcial, respiramos aire, huele a bravo, a encina vieja y hierba amanzanada, saludos al ganadero, Jesús Cobaleda, intercambio de impresiones, aqui no habias venido, estás como en casa, todo un halago. Saludos al vaquero y a los novilleros invitados, hoy Mario Dieguez con aires del Guadalquivir y Hector Roberto, de la tierra de la bravura castellana.

Avisa el ganadero, Mario hoy te echamos las últimas de este año, dos vacas, una pequeña (utrera) y otra grande...los nervios afloran si no estaban ya ahí, como será la grande...
Abrió el portón de los miedos y por alli apareció la vaca, seria, de mirada avispada, astifina mostrando sus armas, rauda se lanza al peto, aquel no la gusta y se lo quiere quitar de su vista, mete la cara, apreta al peto. 

La recibe Mario suave, encelada la vaca acude presta y veloz, tras pararla la voz de Oscar la alerta, otra vez ese jaco que ya pensaba no estaria ahí! una, dos y tres varas, acudiendo desde la distancia, busca su medida, se para y embiste con todas sus fuerzas con el hocico por el suelo, ni tiempo tiene de comer esa hierba que cubre la plaza. En doblones la recibió Mario con la pañosa, ahormando las embestidas, primero por el derecho, buscando las distancia que pide la vaca, no mas de medio metro, toque suave y se lanza a comerse la muleta, codiciosa quiere comersela. Pide mando por ese pitón, hace pesar y no quedarse dormido, a la minima la vaca avisa, arrastrando el hocico, incansable, codicia pura tras esa tela roja que la tiene cautivada y no logra cornear, pase de pecho y a tomar aire ambos, la vaca pide guerra, no quita ojo.
Relajo corriendo la mano al natural, con mando, ese no se puede descuidar, deja tiempo para los adornos en remates por bajo, por donde pide la vaca con esas agujas. Vuelta al pitón derecho, la vaca no cesa, continua con ese hambre de muleta, un descuido y zas, se lo echa al lomo empitonado por el corvejón, ensangrentadas las telas, las manos y el alma, se acuerda del mozo que tendrá que limpiar...vista la vaca, desfondados ambos se la deja volver a la tranquilidad del cercado, Jesús tiene la libreta llena de apuntes, de buenas notas, todos satisfechos.

Avisa Ignacio, el mayoral, hombre de pocas pero certeras palabras, esto no es un tentadero! ni agua, ni frio, ni viento... Eolo se enfurece y presenta credenciales.
Turno de Hector Roberto, la vaca salta rápida al albero, se encuentra al percherón y no se caen bien, el acero tampoco, huye, no quiere enemigo tan grande.
Toma el mando Hector para parar a la vaca, el aire juega la primera mala pasada que solventa presto. Puesta al caballo, desde largo busca quien la llama con voz grave, se acerca, se prepara y acude al peto del que sale suelta al sentir el acero, al tercero se quedó apretando al peto, aunque de nuevo huye, toman nota, esta suspende el tercio.

Eolo sintiendo que no tiene protagonismo se hace notar, la tela de poco peso ondea cual bandera, con esas hay que tirar para adelante, templando al viento primero y las embestidas de la vaca, domina a los dos y Eolo se da por vencido tras una dura batalla, aunque avisa dejando alguna ventisca en venganza.
Por el derecho la enseña, la mete en el canasto, llevandola larga, hasta donde le dejan los vuelos. 
Toma la izquierda, mejor mano, corre largos los ayudados, el viento molesta y no deja estar a gusto con la noble vaca. Vuelta al derecho, corrigiendo sin la presencia de Eolo los defectos, puliendo los toques, la largura, la vaca obediente acude sin rechistar y lo permite. Finaliza de nuevo al natural, esta vez ahodando al correr la mano, bajandola, remata por abajo le corrige Jaime, su peón de confianza, asi lo hace y las embestidas cadenciosas se sueñan, repetidamente lo recuerda, que nobleza! y que temple te deja imprimir, embiste parando los relojes, exprimida la deja marchar al descanso bien ganado. Que gozada!!

Una gozada que pudimos disfrutar unos poquitos, en el silencio del campo bravo, la tercera en discordia la disfrutamos sin cámaras, habia que disfrutar sin obturador ni libretas de por medio, la vista y la memoria de lo que va ocurriendo, otra con embestida fija, humillando y dejando volar la encornadura al ritmo de la muleta, que pena la fuerza! no hay opción a mas pruebas, la merienda está lista.

En el salón se anima la charla al calor de las viandas, hasta el jaco da el visto bueno desde la ventana, que no daria él por escuchar y pegar algún bocado! miras alrededor, dos cabezas, fotos y carteles llenan las paredes, alternativas, corridas triunfales...tiempos pasados de gloria que hoy dia continuan buscando mejorar. La charla no podia ser otra, las embestidas de las vacas rápido dan paso a los recuerdos, aquel toro lidiado...uno lleva a otro, pronto es San Isidro quien toma las riendas, su feria y los toros que han dejado su bravura en el albero son la comidilla de los alli presentes, que bien toreo este! al otro se le fué el toro! se habla de los toros y toreros de la tierra, de Salamanca, unos y otros están en buen momento. Repaso a los próximos acontecimientos y tras una buena charla nos vamos despidiendo, hay que ver la corrida de Madrid.
Nos vamos, no antes sin soñar con ese viaje al pais vecino, a ver lidiar los toros bravos de Barcial.

Gracias a Jesús Cobaleda por abrirnos las puertas de "La Matilla" y a Rodri por el capote para que este reportaje haya sido posible.