martes, 11 de diciembre de 2012

Coloquio de la peña "La Verónica" en Toro

La noche se habia echo presente cuando llego a Toro, cruzo el arco que me adrenta en el casco histórico y busco aparcamiento, no podía irme de allí sin comprar chocolate, que en estas fechas se agradece, tomo rumbo al hotel Maria de Molina, nada mas acercarme a la puerta desde el interior me saludan, allí aguardaban el Maestro D. Angel Peralta, Lèa Vicens, Domingo, hombre de confianza y Benito Vega, presidente de la peña taurina “La Verónica” de la localidad zamorana, reencuentro tras la temporada, la charla amena hace que se llegue la hora en un ‘tris’, en uno de los salones del hotel estaban citados cuantos aficionados quisieran saber y aprender del rejoneo, profundizar en ese arte y quien mejor que un maestro como D. Angel, afamado rejoneador, ganadero y ahora apoderado, revolucionario del bello arte de Marialva, la mesa la formaron el propio D. Angel, Benito como presidente de la peña, Lèa Vicens, pupila y rejoneadora revelación y la periodista Beatriz Garcia quien moderó de forma magistral el coloquio, conocedora de la historia del centauro de la Puebla, fue introduciendo al “tendido” en materia, desglosando desde el inicio la carrera del centauro, apoyada en un video que nos mostró en imágenes algunas de las triunfales tardes, que no fueron pocas.





Tomó la palabra el Centauro de las marismas (como reza la canción) para desglosarno con voz ronca y hábil memoria aquellos  ya lejanos inicios, en los que mataban cualquier toro, siempre los desechos nos recuerda, los que no servían para la lidia a pie, consiguió lo que nadie hasta el momento, cortar un rabo en la Real Maestranza de Sevilla (año 1943) asi como ir forjando las bases y la revolución de lo que hoy se mantiene, recuerda siempre sin perder las leyes de la doma. Ante las preguntas de la moderadora iba desglosando aquellas anécdotas que no fueron pocas, relatando las vividas con la actriz Ava Gadner y Bo dereck, “las que se pueden contar” entre risas, como aquella con Bo dereck en la que grabaron una escena en la finca, ella desnuda montada a caballo y todos los trabajadores se escondieron para poder verla, o la ya tan famosa de la suerte de la rosa, aquel toro no sintió la muerte, relata emocionado.



Lèa Vicens, pupila del maestro, quien la ha guiado en su decisión de abandonar su país natal tras acabar su carrera como bióloga en busca de un sueño, ser rejoneadora, fiel ayudante en su carrera, apoyando y enseñando este arte, en el que Lèa lleva todo el trabajo entre sus manos, desde la doma desde potros pasando por los entrenamientos y su puesta en la plaza donde cuadra y amazona ha causado una gran expectación saboreando las mieles del triunfo y la cruz de los percances.

Nos muestran un video de la triunfal actuación en herencia meses atrás, levantando los comentarios de los asistentes y una sonora ovación al finalizar el mismo.
Nos cuenta cual es la alimentación de la cuadra, que no dista mucho de la de otro equino, si bien tienen especial atención en los cuidados, pues de ello depende en gran medida un triunfo.


El Centauro se atreve con las poesías, otra de sus grandes pasiones junto al caballo y el toro, es esta faceta de escritor la que le ha traido a Toro, presentando su último libro, “el mundo del caballo y el toro. A cielo Abierto” como en anteriores, mezcla sus cabriolas, con partes mas técnicas del caballo de ello ese titulo de A Cielo Abierto, recita una de las que han sido llevadas al papel, la muerte de su caballo Cabriola, (de ahí que sus pensamientos les llame cabriolas) un fandango a la mujer, y cuantas mas van surgiendo a lo largo de la amena conversación.



Lèa recuerda el reciente percance y la moral que ello la ha dado, “ te hace ser mas fuerte haciendo referencia a D. Angel del que dice tener todos sus huesos partidos y aquí está, no le he visto quejarse un dia.


Beatriz se interesa por esas temporadas en las que 4 jinetes allá por los años 80 sucumbieron cuantas plazas pisaron, los cuatro jinetes del apoteosis, nombre que les puso Manolo Molés, D. Alvaro Domec, D. Angel y D. Rafael peralta y el luso Manuel Lupí, rememora esas muchas temporadas en la que el de la Puebla era la cabeza visible del cuarteto, todos somos grandes amigos, y compartíamos desplazamientos, pero una vez en la plaza cada uno rivalizábamos contra el resto por ser quien mayor triunfo lograba, después íbamos al hotel juntos, esa rivalidad amiga fue la que hizo que aún hoy se les recuerde, un cartel les muestra en un festejo celebrado en la localidad toresana.

Nos habla de la faceta ganadera, con el hierro de la familia, y el de Viento Verde (que vendieran recientemente) puro encaste contreras, como bien comenta la moderadora, derivado de la ganadería de D. Antonio urquijo, aquella que matara tantos años, los Murube que reemplazó por los contreras, que aún mantienen aunque haya disminuido la vacada debido al mercado.





Con la entrega de detalles al centauro y amazona dieron por concluido el coloquio, tras esto la firma en el libro de honor de la peña y la esperanza de acudir a Toro en festejo de rejones de cuantos aficionados llenaron la sala.



La mañana siguiente visitaron la maravilla de plaza aportalada que con esmero restauraron hace unos años, dando asi por finalizada la visita a la villa zamorana.