martes, 23 de octubre de 2012

Taller de Tauromaquia en Tudela de Duero

Si algo hay que ilusione a cuantos aficionados al toro existen, es probar suerte y destreza en la cara, algo complicado y no al alcance de todos, por ello en La Cisterniga se han propuesto hacer ese sueño una realidad, no sin pasar antes por una preparación.

El taller de tauromaquia que este año cumple su tercera edición ya se ha convertido para algunos una fecha esperada y para otros una nueva experiencia, todos llegan con las ilusiones máximas, verse delante de la cara, sentir aquello que se imaginan siente un torero... el taller de los sueños del toro comienza con clases teóricas y prácticas de toreo de salón en las que se reunen junto a profesionales invitados con los que aprenden la técnica, nada fácil, (uno ya ha probado suerte) toreando de salón bajo la mirada experta de quienes les asesoran, por esas clases han pasado Andrés Vazquez, Santiago Castro, Joselillo, Mario Campillo, David Picón... sin su ayuda, el sueño acabaria muy pronto. No todo es entrenar, y también hubo tiempo para comentar algunas de esas tardes que han marcado la historia taurómaca bajo la visión de quienes mas tarde se pondrán en la cara de la becerra.

Llegó el dia, el dia nublado parecia quererse imponer a las ilusiones de quienes en la barra de un bar templaban nervios y combatian el frio, el chascarrillo comentando la mala noche, los pases del dia anterior, una maratón de entrenamiento propia de un profesional, como serian los animales, la faena soñada....todo tenia cabida, hasta que llegó el sorteo y los nervios pasaron al primer plano, la suerte estaba echada, montar los trastos y pisar el albero de la plaza Tudelana fue el siguiente paso. Hubo que esperar, largo y tendido la llegada del maestro de Villalpando, invitado al tentadero junto a Santiago Castro, ambos impartian ultimos consejos y discrepancias desde el callejón.

La primera de las vacas salia de la puerta de chiqueros, alli esperaba Mario Campillo, encargado de parar las becerras y ayudar en el desarrollo del taller, de importancia su labor, siempre atento a cuanto en el albero ocurria, capote en mano, al quite, tambien con la muleta, templando las embestidas y marcando el camino a las aún noveles becerras, la primera, la peor, mansa de libro, no permitió mas que citarla de lejos y verla pasar por las telas buscando refugio, el resto, como su propia sangre, esa que se cria en el raso de Portillo, complicadas, unas mas que otras, sobretodo para quienes apenas han manejado la pañosa ante un animal, la ilusión puede con todo, y hace que se toree lo mejor que te permite la becerra, la ilusión ganó la partida a las peleonas del raso, una mañana que dejará con mas moral, si cabe de volver a estar delante.

Agradable sorpresa que no estaba programada, ver torear, y de que manera! a la cantaora Saray, quien franela en mano dejó pases dignos de mención y mérito, aplaudida por quienes ocupaban las gradas timidamente.

Finalizó la jornada con un almuerzo como fin, haciendo entrega del diploma acreditativo a cuantos alumnos acudieron al taller, un taller que ya cuenta los dias que quedan para el próximo, y no serán demasiados.