Dia del patrón, San Pedro en León, tarde de toros a cargo de tres maestros rejoneadores, los tres conocidos ya en León, Pablo Hermoso de Mendoza, Leonardo Hernandez y Manuel Manzanares, los tres con ambición por triunfar.
Abrió plaza Pablo Hermoso, habitual de la feria, salió al ruedo arrollador, templó de salida al de Luis Terrones antes de clavar un único rejón de castigo, en el tercio de banderillas brilló con CHenel, caballo estrella de su cuadra, con quiebros de gran calado en las gradas, y de ejecución perfecta, alternando con el toreo a dos pistas llevando al toro con la grupa, magistral estuvo en las cortas, con el acero no acertó matando en el 2º intento, recibiendo una oreja.
Continuó Leonardo Hernandez, el extremeño aprovechó al máximo la cita, tras tres años sin pisar el León arenas, templó al frio toro de salida, doliendose en el de castigo, mejoró su comportamiento permitiendo mayor lucimiento, arriesgando clavó las banderillas alternando piruetas con quiebros de gran maestria, llegando hondo al tendido, incluso con un par a dos manos, un rejón trasero pero efectivo fue el fin de la faena que fue premiada con dos orejas.
Manuel Manzanares repetia tras el éxito del año anterior, no lo tuvo fácil el alicantino, su primer oponente no iba sobrado de fuerzas, clavando un rejón de castigo, en banderillas no se lo puso fácil, con embestidas nada claras que supo resolver, al quiebro llegaron los mejores momentos, continuando con las cortas que clavó sin salirse de la suerte, llegó la suerte suprema en la que marró hasta en dos ocasiones antes de que cayera el morlaco tras una estocada, siendo ovacionado.
De nuevo Pablo, le dió a la gente lo que esperaban de él, populista fue su actuación, clavando un rejón tras templar al morlaco, galopó a dos pistas de cara a la galeria, en banderillas se decantó por los quiebros de Chenel ante un toro que si bien nunca llegaba a la grupa, en las cortas culminó la faena clavando a dos manos, algo que levantó una sonora ovación, con el rejón de muerte no estuvo acertado, dejando una estocada caida y trasera que hizo rodar al animal, premiado con dos orejas y vuelta al ruedo al toro en cualquier caso excesivo premio para ambos.
No hay quinto malo, y así fué, se fijó en la montura tras el rejón de castigo, se lució en en el tercio de banderillas, en quiebros y batidas, incluso clavando a dos manos, muestra de todo su toreo, en banderillas cortas clavó sin salirse de la suerte, tras una estocada certera recibió las dos orejas premio al esfuerzo realizado.
Cerró tarde Manuel, o Manolo, ante un toro que salió con pies al albero, tras el de castigo se apagó, tuvo que poner todo de su parte el joven rejoneador, entendiendo al toro, dandole sus tiempos y ventajas, arriesgando en los quiebros en la misma cara del toro para clavar de forma magistral las banderillas, tampoco lo puso fácil en el rejón definitivo, que quiso asegurar el alicantino, que cayó trasero, tras el descabello recibió las dos orejas que bien valen su peso.
Acabó la terna saliendo a hombros, al igual que el mayoral de la ganaderia de Luis Terrones.
Ficha:
1/2 plaza, toros de Luis Terrones exigente, bravos y con nobleza
Pablo Hermoso de Mendoza Oreja y dos orejas y vuellta al ruedo al toro
Leonardo Hernandez, oreja y dos orejas
Manuel Manzanares, ovación con saludos y dos orejas