Última de la miniferia de San Pedro Regalado y segunda novillada de promoción, apenas la sombra ocupada por gente, menos de un cuarto que se antojaba positivo, de todo tipo, alegria al ver como minutos antes gente joven, aficionados o no, deambulaban y pasaban esos portones de madera para asistir a la novillada, cosecha esta de la empresa regalando la entrada, fomentando el gusanillo, niños, mayores y aficionados no quisieron perder detalle de cuanto aconteciera en el coso de Zorrila, y fue mas bien poco, detalles y espejismos de toreria que pronto hacian volver a la realidad.
Seis novillotes, como raspas, pequeños y en algún caso mansurrón, de Garcia Jimenez, excepto el tercero de la titular Olga Jimenez fueron lidiados en una tarde larga y escasa de toreo.
Abrió la tarde el vallisoletano de Medina del Campo Javier Casares, en grana y oro impoluto, trajo la ambición que se debe traer a cualquier plaza, estuvo voluntarioso y en ocasiones dejó ilusionarnos en la faena, sobretodo en dos tandas con la diestra, pareciendo que la faena tomaria vuelos altos, con la zurda se fue atropellando, si bien era el peor pitón del animal, retomó la diestra antes de armar la tizona, esta venia desafilada, los aceros le privaron de un apendice al pinchar en dos ocasiones y tener que utilizar el verduguillo, silenciando su faena.
Le siguió Jesús Gomez "El Roque" de la Alberca, en azabache y oro blanco, precioso traje con tintes añejos, como su toreo, mas artista que profundista, comenzó brillando a la verónica, pareciendo estar en el ruedo el maestro de la Puebla quien estuviera un dia antes en ese albero, en la muleta encandiló en su inicio con un pase cambiado por la espalda que bien hizo poner el vello de punta al respetable, poco mas se le vió, mas que salvaguardarse de varios atropellos del torete, si bien fue volteado de manera aparatosa, acto que no hizo perder fe y se creció aunque la muleta no tomara los vuelos necesarios, mató en la suerte de recibir, pinchando y haciendo la trampa de empujar de nuevo sin sacar el estoque, el tendido desempolvó los pañuelos y el presidente muy benevolente concedió la oreja que en ningún caso debió ser concedida.
Jesús Nieto llegado desde Algeciras hizo tercero, joven en estas lides se le vió al andaluz, no despegó su faena mas hayá de los pases de pecho del inicio, plasmó desplantes y demás adornos fuera de sitio, buscando el algarabio de esa sombra que aún debia estar pasando la resaca orejera, la tizona tampoco le ayudó, pinchó en varias ocasiones antes de pasaportar en la misma puerta de chiqueros al de Olga Jimenez, viendo silenciada su actuación.
Abel Robles, llegaba desde Olot, Gerona y sabia bien su cometido, triunfar, no cabia otra palabra en su cabeza, ya se le vió en el precedente quite al novillo anterior el hambre de triunfo, plasmando navarras y una media digna de mención, se hizo el silencio antes de abrir el portón de los miedos, yendose Abel a recibir a portagayola, levantando una ovación, tras los pares de banderillas por dos subalternos pucelanos como son Suso y Mario Campillo tomó la muleta, firme ante el mansito eral, al que fue tapando el defecto permitiendole realizar la faena, si bien pegado a tablas donde el animal encontraba ese refugio del olivo, templado con ambas manos, fue tomando vuelo la faena hasta llegar a la suerte suprema, decidido se tiró Robles, atracándose de toro y marrando, los nervios o quizá la rabia de ver perder un triunfo rotundo le hicieron fallar nuevamente, a la tercera fué la vencida, dejando una estocada de libro, hubo de descabellar, recibió una ovación de la grada que bien le supo a poco.
Alejandro Pavón sevillano, aterrizó en Valladolid con figura de torero, solo eso, figura, desparpajo andaluz, se desentendió de torear al buen castaño que pasaba haciendo el avión buscando el trapo y se dedicó a lanzar dedicatorias a la grada olvidandose que tenia un oponente al que torear, apagó la gran lidia en el tercio de banderillas, y lo pagó al entrar a matar, recibiendo un aviso a la vez que el de Jimenez le rasgaba el terno antes de acabar con la vida del eral, recibió una ovación premio a las florituras mas que al toreo verdaderamente.
Jose Antonio Perez, el de la ciudad de las 3 columnas, Ciudad Rodrigo se mostró voluntarioso, con ganas de triunfo, salió vendado en la pierna izquierda al recibir una voltereta y un varetazo en su correspondiente quite al anterior, no le impidió al de Miróbriga lancear con gusto en capote y muleta, su oponente un manso de libro se rajó antes de tomar la muleta e hizo corretear hasta el amparo de los toriles al novillero, quien fue embebiendo al mansurrón pegado a las tablas, faena de menos a mas, de no haber sido por el novillo el premio hubiera sido mayor, aunque la estocada fuera un bajonazo muy efectivo, la voluntad merece ser premiada en tarde de desconcierto. cortó una oreja
Ficha: novillos erales de Garcia Jimenez salvo el tercero de la titular Olga Jimenez, 1/4 escaso de plaza, Javier Casares, Silencio; Jesus Gomez "El Roque" oreja; Jesús Nieto, Silencio; Abel Robles, Aplausos; Alejandro Pavón, aplausos; Jose Antonio Perez, Oreja