Festival con toque 100% palentino en su terna, algo que hasta el momento no se había ofrecido,
reunir a todos los matadores palentinos en un mismo cartel, toreros añejos,
banderilleros en la actualidad, toreros jóvenes y novilleros que han decidido dedicarse
a esta profesión, los cinco se enfrentarían a erales de la ganadería de José
Cruz, de buen juego su mayoría, permitiendo el lucimiento de todos los
alternantes y hacer disfrutar al público.
Abrió terna el ya retirado torero Pedro Giraldo, veterano
torero ya retirado, muy emocionado, ante su público, sus paisanos, lanceó a la
verónica de recibo al de Cruz, con esas manos que tantas tardes le han visto
torear, no perdonó el tercio de quites, en ajustadas chicuelinas que calaron en
el tendido, brindó al cielo, visiblemente emocionado, y comenzó el trasteo, con
mas emoción que disposición por parte del cornúpeta, que no quiso humillar,
desarrolló la lidia por alto, con pases de pecho ceñidos, con la experiencia
que dan los años, antes de dar por finalizado el trasteo, dejando una segunda
estocada certera que dobló al animal, recibiendo como premio a su entrega una
oreja que bien le supo a Pedro a gloria, paseándola entre una sonora ovación.
Continuó la tarde Carlos Doyague, joven matador, se enfrentó
a un eral que de salida fue bronco, algo bastote al que tuvo que enseñar a
embestir en el recibo capotero, hasta conseguir embeberlo en esas verónicas,
tras el tercio de banderillas tuvo un gesto de compañerismo al brindar la
muerte del novillo a sus compañeros de terna, desarrolló la lidia con la diestra,
aprovechando el buen juego del animal, tal era la confianza que en un pase
recibió una voltereta sin mas consecuencias que el susto inicial, se repuso y
tomó la zurda para continuar con naturales de gran belleza, dando paso a una estocada
certera, labor premiada con las 2 orejas que paseó.
El tercero fue para Jose Cantora, actualmente torero de
plata de buenas condiciones, dio grandes muestras de ser un excelente lidiador
capotero, con verónicas de impecable ejecución, Diego no quiso perder
oportunidad y fue el encargado de realizar el tercio de quites, por gaoneras
primero y después en chicuelinas rozando el cuerpo, brindó el matador a su
familia, mujer e hijos que atentos animaban desde el tendido, se mostró voluntarioso
con la muleta, con mas ganas que oficio en el trasteo con la franela, primero
con la diestra, mas tarde al natural plasmando detalles de torería, desfondó al
animal antes de darle muerte de una estocada que le valieron las dos orejas que
paseó junto a su hijo.
Diego Fernandez, novillero con caballos quiso sumarse a la
fiesta que para entonces era la tarde, recibió al negro eral nº 51 rodilla en
tierra, para continuar con verónicas de mucho gusto, rematando con una
revolera, ejerció su derecho en los quites Carlos, quien se decidió por las
gaoneras y revoleras por la espalda en el remate, replicó Diego con bellas serpentinas,
verónicas y remate por revoleras ante el noble novillo, brindó la muerte al
público antes de comenzar el trasteo, entendió al animal y le embebió con la
diestra, templando las embestidas, tomó la izquierda e hizo enloquecer al
tendido, citando de lejos y templando las acompasadas embestidas del animal que
incansable no dejaba de perseguir el trapo, alargó la faena, dejando para el
recuerdo detalles de torero cuajado, sintiéndose agusto, casi rozandole el
pitón los muslos, se atrevió incluso a torear rodilla en tierra, el noble
novillo no paró de embestir, eterna faena antes de solicitar en varias
ocasiones un indulto mas que merecido, que incluso el ganadero solicitaba
atónito ante las condiciones de un animal no creía que tuviera, concienciudo el
presidente no concedió un indulto que pedia todo el tendido, y que por no ser
experto en la materia dejó marchar al desolladero, mal por el presidente que
acabó concediendo los máximos trofeos y la vuelta al ruedo al animal tras una
estocada efectiva entre los pitos del público que veian como se marchaba la
simiente de la ganadería y que a buen seguro hubieran encumbrado a novillero y ganadería
a éxitos mayores, pues condiciones no faltan paseó junto al novillero el
mayoral de la ganadería como premio amargo a un excelente novillo criado con
mimo.
El quinto y último fue lidiado por el novillero paredeño,
Carlos Navarro, aunque afincado en tierras charras, recibió por verónicas de
pictórica ejecución, rematando rodilla en tierra, en el tercio de quites se decidió
por los delantales por la espalda, antes de brindar la muerte del cornúpeta a
su abuela que emocionada no perdia detalle orgullosa de su nieto, comenzó
tomando la zurda, antes de continuar con la diestra, plasmó un muletazo por la
espalda antes de retomar la izquierda y por exceso de confianza recibir una
voltereta, que orientó al animal y puso difícil el trasteo, mató de estocada
certera, y se le premió con los máximos trofeos, que perfectamente entendió no
ser merecedor y no recojió un rabo entre división de opiniones, humilde el
novillero paseó los dos apéndices.
Mas tarde Ayuntamiento y empresario quisieron hacer entrega
a los 5 toreros de una placa que recordará la histórica fecha de un festival
compuesto por toreros palentinos. Todos los compañeros decidieron sacar a
hombros al mas veterano, Pedro Giraldo que atravesó la puerta grande a hombros
entre el aplauso del tendido como colofón a una tarde histórica.