Tarde de lleno en los tendidos, y no era José Tomás quien se
jugaba la vida esa tarde, eran 16 José Tomás quienes se enfrentarían a cuerpo
limpio a los utreros, que no toros para la categoría del coso de Zorrilla, en
una final de alto voltaje, comenzó la tarde con las pertinentes presentaciones,
uno a uno saludando en los medios, ovacionados los de la tierra, calentando
motores para que dieran el máximo todos ellos.
Salió el primero de Corbacho Grande, acalambrado de una
pata, grupo de gran competitividad, pues en él se encontraban los que a la
postre se jugarían en un mano a mano la gran final, los dos marbanos, ajustados
cortes los que vimos, consintiendo mucho al animal para rematar con un embroque
de riñon de los que quita el hipo.
El segundo de los novillos negro bragado, al que esperaba a
portagayola el de Peñafiel, Ander, al que recibió sin pestañear, quieto en una
baldosa, dio un corte que bien valdría una final, con la mala fortuna de al
salir del embroque el toro tiró un derrote prendiéndole por el hombro, momentos
de gran angustia al ver como era pasto de aquellas agujas, se pudo zafar ya en
el suelo del bragado y pasar a la enfermería, triste y a la vez complicada
posición la que les tocó al resto de compañeros, que tras ver la cornada, había
que embrocar al de Corbacho, no se echaron pa atrás, como los buenos toreros,
raza, “pata adelante” y a torear, de capote su cuerpo, las verónicas, de riñon,
y fueron pictóricas, y resolvieron su actuación con una acalorada ovación del
respetable que se había quedado frio tras el percance.
El tercero no podía quedarse atrás, y no defraudó, grupo
comprometido, pues en él se encontraban el vigente campeón del corte puro,
Alejandro Garcia, y el campeón de España, Ruben Fernandez, se midieron entre
ellos sin olvidar a los 3 compañeros que no quisieron perder la oportunidad,
novillo de mejor presencia, aunque también el mas peligroso, si no que se lo
pregunten al “moro” en el que cerraba grupo, un salto in-extremis le salvó de
pasar por la enfermería y es que habi que ajustar y el toro apretaba en
demasía.
Tiempo muerto, trago de agua, para pasar los momentos de
tensión, comentario con el vecino de localidad y primeras apuestas, “yo creo
que pasa….” “No, no, va a pasar…..” la decisión del jurado es la última y
soberana, dos semifinales con tres participantes, en el primero, Victor
Holgado, “Cuatio” y “Josele” se las vieron ante un colorado, con cara de pocos
amigos, que no vendió nada barato el pase a la final, ajustando mas o menos se
decidió a las claras quien sería el finalista.
La segunda semifinal, otro lujo para el espectáculo, ante un
negro burraco hasta los ojos, se enfrentaron tres experimentados, Alejandro Garcia, Dany
Alonso y Jonhatan Estebanez juventud y veteranía cara a cara, se impuso la
juventud, no sin antes dejar patente que la veteranía es un grado, o dos,
poniendo la firmeza y el temple, de nuevo el riesgo pasó factura, el argandeño
fue quien se llevó la peor parte al prenderle la camiseta en el último de los
cortes, sin mayores consecuencias que la
camiseta echa girones, volvió con enteraza a la cara dejando patente su raza
torera.
La gran final fue un mano a mano entre vecinos, amigos,
marbanos los dos, maestro y pupilo, Victor Holgado veteranía, frente a Dany
Alonso juventud, revelación del momento, se midieron con verdad, sin muletas ni
capotes, en 6 rondas de alto voltaje,a un novillo colorado, de impecable lámina
aunque cojo de una pata, la plaza era una olla a presión, tras cada embroque
una sonora ovación recorría las gradas, que recogían los dos toreros desde el
albero, el silencio se hacia rey cada vez que pisaba alguno el albero, se
necesita tener nervios de acero para estar ahí sin miramientos, sabiendo lo que
te juegas, el reconocimiento por una parte y la vida misma en otra, puestos en
una balanza en la que gana la vida y la alegría de verse en una final con un
amigo, vecino, compañero de fatigas, tras acabar su actuación ambos abrazandose
rinden homenaje al otro protagonista, el toro, en un desplante de lo mas
torero, la sonrisa en ambos delataba la alegría, se siguieron uno tras otro los
abrazos entre ambos, uno por cariño mutuo, otro por que le pedía el graderío,
otro simplemente por liberar tensión,
maestro y alumno unidos una tarde mas por uno mismo el rey de la dehesa,
como rey es Victor del temple, verle frente a la cara del toro citando cual
torero, andando sin prisas al embroque y resolviendo con un chasquido de riñon
que dan la gloria tardes y tardes, frente a Dany, revelación del momento,
juventud, esa que a la vez muestra madurez frente al cornalón que tarde tras
tarde embroca rozando sus riñones, hasta alcanzar su sueño.
El colofón le puso el mejor saltador del Mundo, el francés
Nicolas Vergonzanne, quién dedicó su actuación a los dos marbanos por su gran
nivel como dijo el propio Nico en un español breve y conciso, no defraudó una
vez mas, y van muchas desde que llegó por primera vez a estas tierras, se
suceden los saltos a escasos centímetros del lomo, salto del angel, mortales, a
pies juntos, con las piernas atadas….todo un recital de saltos que son una
disciplina hayá en su país, donde es 8 veces campeón, revalidando titulo año
tras año.
El momento mas esperado llegó mientras ya caia la noche, el
trofeo que dejará en el recuerdo la tarde vivida, comenzó “El Antioco” haciendo
entrega de un trofeo artesanal a “Kiskilla” que pese a estar convaleciente de
una soberana paliza días antes, sacó fuerzas de donde no las había y participó
a un nivel exigente, le prosiguieron diferente trofeos a modo de recuerdo, al
gran saltador Nicolas, y para los 4 semifinalistas restantes, emotivo fue el de
“Pajarito” quien tomó albero en su mano y la dejó caer en señal de
agradecimiento de la que es la plaza de su tierra, la que le ha visto salir por
la puerta grande en 2 ocasiones, entregado además por otro amigo, empresario
del coso, el también riosecano Angel Gallego, entregados por diversas
personalidades del mundo de la política y la empresa organizadora, recibieron
su trofeo hasta llegar el momento de quedar justos, abrazandose una vez mas los
dos zamoranos de ese pequeño pueblo de grandes toreros a cuerpo limpio,
Vezdemarbán, debe ser su famoso chocolate el que hace de ellos de una pasta
diferente al resto, silencio sepulcral para conocer al subcampeón, sonó el
nombre de Victor Holgado por megafonía, quién abrazó a su pupilo y arrancó con
pase torero hacia su reconocimiento, abrazando a su compañero, amigo y uno mas
de su familia, “Pajarito” palpables las lágrimillas de emoción que no quieres
que se escapen, recogió con firmeza su trofeo y la muy calurosa ovación de una
grada enfervorecida por la emoción, segundos antes de que Dany emprendiera
camino con paso firme hacia la gloria, con un gesto de compañero, portando la
camiseta de Ander, que mostró al aire, esa gloria transformada en forma de cabeza
de toro en un trofeo, posó la camiseta junto al trofeo sobre el albero que
había visto la cara y la cruz del toro, y que pasará a ocupar un lugar
privilegiado en su vitrina particular, esa que va tomando forma y se va
quedando escasa por la cantidad de premios recibidos, y es que pese a su
juventud se ha hecho un hueco entre los mas grandes, esos que pasan a la
historia por sus hazañas frente a los pitones de un astado.
Enhorabuena a todos, ganadores, finalistas y participantes
por tardes como esta, aunque haya que vivirlas lidiando entre los cables de la
grada…. Se viven muy intensamente y son difíciles de olvidar.