Un año mas la comisión fracasa, y el ayuntamiento permite
que ocurra, desde su puesta en marcha con una reunión previa, en la que se
organizó, o mas bien se desorganizó el encierro campero que verá sus días acabados
de continuar con esta tónica de continuos fracasos. Las quejas eran múltiples,
y aún se quejan algunos caballistas, ya que el ganadero había prometido la
suelta de vacas en campo abierto si se lograba encerrar con prontitud a los
novillos, que finalmente no se realizó debido al estrepitoso y porqué no
comediante encierro por el campo.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Encierro por el Campo en Medina de Rioseco
La mañana comenzaba en Medina de Rioseco, Valladolid, con
algo excepcional, tratándose de sábado, pues en años anteriores se había celebrado
en domingo, el encierro por el campo, este año con sustanciosas y estrepitosas
novedades, si el anterior año se aumentaron las medidas de seguridad y la
organización corrió a cargo de la asociación Taurina local con gran éxito salvo
excepciones, este año se apunta al carro la asociación de caballistas, con
decepcionante resultado, algo insólito en tierras de Castilla, se programa un
encierro mixto, soltando los novillos de el Vellosino, aunque propiedad del
ganadero Manuel Ferrero, desde el camión en los campos cercanos a la ermita de
Castilviejo, siendo explosiva la salida, y algo fatídica al descaderarse uno de
los novillos que tuvo que ser devuelto al camión, el otro novillo de pelaje
colorado, corrió tras los caballos por los campos cercanos, cansado se refugió
a la sombra de un palomar cercano, de nuevo arrancó tras los cites de los pocos
caballistas que se atreven a arrimarse al novillo, se refugió en un arroyo y
entonces se decidió por parte de la comisión organizadora acercarse hasta la
plaza de toros donde esperaban en los corrales los bueyes, de ahí la estrepitosa
novedad, de encerrar (o intentar) los novillos en la plaza de toros sin ayuda
de bueyes, salieron los bueyes con paso vago, desentendiéndose de las órdenes
de dirección de los caballos y emprendiendo la huida al acabar el atalancado
urbano, poniendo en jaque a los caballistas y al propio ganadero que vieron
como los bueyes galopaban campo a través en dirección transversal a la
programada, tras un arduo trabajo consiguieron reconducir a la parada, llegando
hasta el novillo, donde se hermanó con ellos, y avanzaron por el camino
previsto hasta el pueblo hasta llegar al pinar que da entrada a la zona urbana,
donde se intentaron escapar , produciendo de nuevo momentos de tensión,
garrocha en mano recondujeron a la manada al lugar correcto, entrando en una rapidísima
galopada al tramo urbano, donde no deberían acceder los caballos, para permitir
las carreras de los mozos, que veian como un año mas su intención de templar
las carreras por encerrar a la manada hasta alcanzar la plaza de toros se veía frustrado,
al igual que las esperanzas en un primer momento de la apenas decena de
personas que se acercaron hasta el pinar para ver tan solo una nube de polvo de
caballos y una multitud de vehículos en la lejanía, quienes mas tarde verían desde
el vallado como entraba la manada en un galope infernal de caballos y toros
poco vistoso. De nuevo un buey tomó la iniciativa, viéndose acosado se salió de
la manada y emprendió la huida al llegar al vallado urbano, teniendo que ser
controlado y de nuevo devuelto al camino marcado.