Fuentesaúco, conocido famosamente por ser tierra de garbanzos, en sus fiestas patronales en honor de Santa Isabel son tradicionales sus espantes, que no se quisieron perder ni las cigüeñas que habitas en las iglesias cercanas,y los que no son otra cosa que conducir una manada de toros y bueyes por caballistas por un prado hasta una zona delimitada en la que las gentes del pueblo salen en estampida a la llegada de los animales provistos de cachas y con sus propios gritos para asustar con el ruido a la manada produciendo el tan esperado espante.
El sábado, los grandes encerradores de encierros Mayoral y Caminero, conocidos ganaderos realizaron 4 espantes de impecable ejecución, aunque la gente que se agolpaba por centenares en lso muros del prado gritara pidiendo mas movimiento de los toros que se encontraban muy hermanados junto a los bueyes, tras el cohete que anuncia la apertura de las puertas del prado las gentes ocupan su sitio en la salida del prado, en las pocas talanqueras que hay pra ver salir y avanzar los primeros metros de la manada por las calles, hasta llegar a los corrales instalados en el centro del pueblo, maniobra que hubo que ser repetida ya que en el primero de los arreones los animales se acordaban de los espantes y huian del lugar, tiraron de habilidad y gran conocimiento y llevaron a la manada junto al muro apra finalmente tomar la salida hacia el pueblo, momento en el que empiezan a relucir embutidos, panes y buenos caldos de los que la gente da buena cuenta en un amistoso almuerzo campero a la sombra los mas privilegiados y bajo un sofocante sol la gran mayoria. El posterior encierro desde los corrales hasta la plaza culminó con la mañana, en la que vimosintensas carreras en las calles y ajustados cortes que levantaron la ovación del público en la plaza.
El domingo los muros y alrededores estaban aún mas plagados, de coches, gentio, aficionados en el prado, incluso un conocido aficionado salmantino que vara en mano corre arriba y abajo cerca de los toros, sin perder detalle y ayudando a los caballistas cuando un toro se sale de la manada.
4 fueron los espantes que realizaron de nuevo, con mas emoción que el sábado debido a que los toros salian distraidos del espante y hubo que tirar de habilidad garrocha en mano para conducir a todos los toros de nuevo junto a los bueyes, que tuvieron trabajo extra, cuando dos de los toros se desentendieron de la manada, momento que aprobecharon los mas valientes cortadores para aprobechar y dejar algún embroque de maestria en el prado, que fue calurosamente aplaudido por la gente. Finalmente y tras lanzar el cohete las puertas del prado se abrieron y los animales subieron carretera arriba hacia el pueblo en el primero de los intentos. Ya en las calles tras reponer fuerzas con un amigable almuerzo, los toros salen de los corrales apra avanzar por la plaza mayor hasta la plaza de toros, donde les esperan cortadores y aficionados esperando dar algún corte que anime el graderio que estoicamente aguanta el calor.
*Todas las fotografias son del sábado, ya que el domingo aún estando presente tuve un percance con la cámara que impidió hacer el reportaje.