La localidad vinícola de La Seca celebró la feria del verdejo, una cita ya habitual que se viene consolidando en el calendario de los mas expertos en verdejo y sirve de antesala a lo taurino, por cuarto año consecutivo, se celebró el toro del sarmiento, este año sin la amenaza de la lluvia que ya era un habitual en esta celebración, la tarde calurosa provocó que la masa de gente congregada fuera mayor, uno de los primeros que salen a la calle en la provincia tras los de Siete Iglesias, una cita ineludible para muchos aficionados que ven en él el inicio de la temporada.
Con puntualidad salió desde el cajón un "torazo" de Adelaida Rodriguez, negro zaíno, de cornamenta exhuberante aunque un tanto playero.... se prestó poco a los cites, su salida rápida, llegando al final del recorrido donde se vió acorralado por una mancha negra de gentio con hambre de toro, rodadas y mas rodadas se siguieron hasta ver flaqueadas las fuerzas del animal, bajó de nuevo al inicio del recorrido entre arrancadas cortas y siempre buscando la sombra que le cobijara un poco del asfixiante calor, con algún que otro momento de peligro cuando se acercaba a las verjas de las ventanas abarrotadas como refugio por la gente mas valiente, (en muchos casos personas mayores que creen sentirse seguros) de nuevo subió hacia el lugar donde estaban ubicados los improvisados corrales y se le encerró.
Tras él, se dió suelta al toro sobrero, que aún sin estar previsto se tomó esa decisión por parte de la organización, (desconozco el motivo) un toro herrado a fuego con el hierro de los Hermanos Caminero, aunque de dudosa procedencia, ya que no debia ser ese su hierro original, (y hasta ahi escribo, no seré yo quien prejuzgue la procedencia dudosa o no del animal) era negro zaíno, utrero, algo menos exhuberante que el de Adelaida, aunque poco le envidiaba en cuanto a hechuras, de escaso juego al igual que el anterior, bajó al inicio del recorrido a trancas y barrancas conducido por los mozos, sin dejar sano ninguno de los arbustos que se encontró a su paso, la vuelta fue mas fugaz, arrancó en una galopada que me dió miedo al verle venir con esa velocidad y se paró en la zona en la que debia ser enchiquerado, los bueyes dieron paso a las anecdotas protagonizando momentos de tensión al arrancarse repetidamente contra las talanqueras, e incluso atendiendo con bravura a los cites de mas de un valiente, que con pericia quebraron repetidamente, finalmente y tras un buen rato dando guerra por la calle decidieron entrar a los corrales, no sin antes dejar a su paso un herido leve, un joven cortador, que se vió arrolado por el buey al estar pendiente de uno de los toros que se encontraba en la calle, desde aqui animar a Saúl y esperar que todo quede en un susto y la anecdota del buey que no es tan manso...
