Las vacas enmaromadas en Villafrechós son la seña de identidad de sus fiestas, se podria decir que giran en torno a ellas, coincidiendo con diversas fiestas de pueblos el dia grande de la fiesta la aglomeración de gente es inmensa, llegando a estar el recorrido cerrado de grandisimas dimensiones colapsado.
En el año 1998 fecha en que celebraron sus últimas vacas del siglo XX, y a las que asisti siendo un niño y corriendo por sus calles, aun sin vallado, cruzando los animales la carretera a sus anchas y sin más protección que las verjas de ventanas y otros improvisados refugios.
En el 2008 consiguieron recuperar su tradición, diez años de lucha sin tregua hasta conseguir la tan preciada distinción de festejo popular por parte de la Junta. Ese mismo año lo celebraron por todo lo alto, con modificaciones relevantes, un recorrido cerrado, la principal, desde entonces se han modificado año tras año, mejorando la seguridad en todo lo posible.
El año pasado se incluyó un toro enmaromado de la ganaderia Cantoblanco, este año se ha repetido siendo en esta ocasión el protagonista un utrero de la ganaderia de San Román de Hornija, de precioso pelaje e imponentes astas, un toro que dió el susto nada mas salir, un vallado deplorable (apenas unos barrotes de hierro atados con cuerdas de alpaca) era su aliado para darse a la fuga, que duró pocos metros por la habilidad de los congregantes, las personas que vieron pasar cerca de ellos el morlaco y sobreodo un hombre que se agarró a las vallas y fue arrastrado por el burel hasta dejarlo encerrado, seguro que no lo pasaron nada bien.....
Dias agradables con vacas de los Hermanos Bragado, de gran trapío, con astas adecuadas, carreras y mas carreras, fatigas, corredores, aficionados y en general amantes de este rito, compartimos 4 dias sin ninguna duda para el recuerdo. Este año con la inclusión de vacas enmaromadas nocturnas que alegraron la fria noche.
Ya se ha pedido el informe para declararlas BIC, aunque no se consiga es un gran paso.
Únicamente, y corrijo la información, hay que lamentar la cornada a una participante, que tal vez por una imprudencia, la vaca metió la cabeza entre los barrotes y le propinó la cornada en el muslo, los sustos se repitieron sin mas consecuencias que unas quemaduras del hormigón.