Tras el éxito del año anterior, el encierro campero tomó parte de las fiestas de Villalpando, programandose dos de ellos, los novillos se sueltan en los campos cercanos a la villa, siendo posteriormente trasladados hasta el pueblo donde se encierran en los corrales, la parte con mayor dificultad reside a la llegada a la zona de entrada, deben atravesar el rio por un puente y la cadencia hace que los toros se dirijan al rio, arropado uno de los toros por la manada de bueyes dió muestras de no querer entrar al pueblo y al llegar al puente se dirigió hacia el rio a pesar del intento de los caballistas, una vez alli nos hizó correr a los participantes a pie, que éramos unos cuantos, pasó cerca haciendo caso omiso, y se metió al rio, donde los caballistas tubieron que entrar a pie y sacarle, ni los bueyes consiguieron que el animal saliera, una vez fuera se dirigió en una trepidante carrera hacia el campo, y tras ser alcanzado y reconducido llegó al pueblo escoltado por vehiculos, al llegar al pueblo y verse abrumado por el gentio que le esperaba decidió zafarse de los coches y emprendarla a embestidas contra el vallado, finalmente fue encerrado en los corrales tras un buen rato dando guerra.